¿Cómo armar tu propio compost en el balcón?

Si eres como yo que me tengo que conformar con un espacio verde de 3 mts. cuadrados para tener algunas plantas que llenen de vida mi casa, y quieres hacer algo productivo con la basura orgánica que desechas día a día, entonces estás en el artículo adecuado, porque aquí aprenderás cómo armar tu propio compost en el balcón.

Hace meses que me venía rondando en la cabeza la idea de reutilizar los restos de frutas y verduras que desechaba a diario (bueno, no tan a diario) y que muchas veces llenaban mi tacho de basura. Hablando con una amiga, me iluminó con la idea de armar mi propio compost en el balcón… ¿Te parece, Belu, armarlo acá? ¡No tengo lugar!. Pero para mi sorpresa, no es necesario ni tiempo ni lugar en abundancia, sólo las ganas y el hábito de descartar lo que corresponde en dónde corresponde…

Si te interesa conocer un poco sobre el arte de compostar, fíjate en el post ¿Qué es el compost y para qué sirve? ¡vas a aprender mucho!

Una vez que tengas decidida la idea de armar tu propio compost en el balcón, sólo necesitas cuatro (sí, cuatro) cosas:

• Un contenedor y una bandeja o palangana
• Tierra
• Materiales secos
• Restos orgánicos

Seguí leyendo acá abajo que te explico cómo armar tu compostera para balcón:

El contenedor

Para armar mi compostador yo utilicé un tacho de pintura de 20 lts. pero puede ser cualquier cosa que puedas agujerear. A ese contenedor le vas a hacer pequeños agujeros en la base, a 10 cm, de la base y a 10 cm. del borde. No tiene que ser perfecto, esos agujeros son para que se oree correctamente y que drene el líquido que se produce. Conviene siempre ponerlo sobre un recipiente tipo palangana ya que va a escurrir líquido por los agujeros que le hiciste abajo, así no se te enchastra todo el piso.

Un poco de tierra

La tierra que vas a usar la puedes sacar de otra maceta, alguna que hayas comprado y tengas dando vueltas por ahí, o de la obra en construcción de al lado de tu casa. De cualquier lado, literalmente.

Materiales secos

Ramitas, hojas secas, papel de diario (sin tinta de color), servilletas que no hayamos usado para sonarnos la nariz, hueveras de cartón…

Restos orgánicos

Por último y no menos importante: restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo, cenizas, yerba mate, saquitos de té, etc

En el artículo ¿Qué se puede compostar y qué no? te cuento cuáles son los desechos que podemos compostar y cuáles no ¡Corre al post antes de meter la pata!

Armar el compostador casero

Una vez que tengas todos los “ingredientes” estamos en condiciones de armar el compostador. Este método que yo he utilizado se llama “estilo lasagna” porque vamos poniendo diferentes capas de materiales.

Empezamos poniendo una capa de 3 cm. de tierra, luego 3 cm. de los restos orgánicos y luego las ramitas y hojitas (siempre humedeciendo estas últimas). Acuérdate que el compost debe estar húmedo para que se transforme en tierra. Pero tampoco lo encharques, la idea es que esté húmedo pero no mojado.

Y así vamos alternando las diferentes capas hasta llegar al borde o hasta que se nos acaben los materiales. Si te queda lugar, le puedes ir agregando los desechos y revolviendo un poquito.

Para finalizar, lo tapas y ¡listo! ya tienes tu compostador casero. Cada vez que generes más desechos orgánicos los vas agregando hasta que no quepa ni una cáscara de banana. Cuando esté lleno hay que esperar aproximadamente 3 a 4 meses con el compostador tapado hasta tener tu tierra negrita lista para usar. Te recomiendo revolverlo con un palo de madera cada 5-7 días para que vaya tomando aire y no se eche a perder todo lo que tienes ahí adentro.

Existen muchos mitos acerca del compostaje, ¡que éstos no sean una excusa para empezar tu propia composta! ¡Ve al artículo Los 5 mitos más comunes sobre el Compostaje y aprende un poco más sobre el arte de compostar!

¡Nos vemos!