¡Hola! En este artículo te propongo hacer un ejercicio.
Piensa, por un momento, en todos los tipos de contaminación que conozcas… ¿Listo? Seguro que se te pasó por la cabeza la del agua, del aire e, incluso, la producida por plásticos. Pero, ¿has pensado en los ruidos?
Quizá el título de este post te haya dado una pista acerca de este tipo de polución que, si bien no es precisamente silenciosa, muchas veces pasa desapercibida.
Hoy, para hacer referencia al día de la concientización por el ruido, te cuento acerca de la contaminación acústica, para que conozcas de qué se trata y cómo podemos contribuir a su disminución.
Índice de Contenidos
¿Qué es la contaminación acústica?
¿Qué sucede cuando vas escuchando música y aparece tu canción preferida en tu lista de reproducción? Seguro subes el volumen para disfrutarla mejor…
O, quizá, te ha pasado que ya te has acostumbrado tanto al ruido de la construcción de al lado de tu casa que ni siquiera lo percibes como molesto…
¿Y el ruido constante y permanente de los autos, colectivos, bocinas y sirenas del centro de tu ciudad? ¿Crees que es saludable para ti y para el medioambiente?
Bueno, la contaminación auditiva es todo eso. Es el exceso de ruido que afecta negativamente la salud y el bienestar de los seres vivos, así como también altera el equilibrio ecológico de los ecosistemas.
Bien podrías preguntarte qué sonidos se encuentran en este rango molesto y perjudicial… acá algunos ejemplos:
Ruido cotidiano | Nivel de decibelios |
---|---|
Respiración normal | 10 |
Ruido normal del hogar | 40 |
Conversación normal | 60 |
Aspiradora, radio a volumen normal | 75 |
Mucho tránsito, restaurante ruidoso | 80-89 |
Conversación a los gritos | 90-95 |
Vehículos todo terreno, motocicletas | 96-100 |
Música alta en auriculares | 85-105 |
Público deportivo, concierto de rock | 120-129 |
Avión despegando | 120-140 |
Teniendo en cuenta que muchos de estos sonidos son permanentes en nuestro día a día, debemos tomar medidas para prevenir la contaminación sonora desde el lugar que podamos.
¿Cómo afecta la contaminación sonora al medioambiente?
La contaminación por ruido impacta de diferentes formas y puede provocar numerosos efectos negativos en nuestra salud y la del planeta:
- Efectos en la fauna terrestre: los ruidos intensos generan huída y desplazamiento de animales de sus hábitats originales. Esto genera grandes repercusiones en la cadena alimentaria al migrar los depredadores que operan como control natural de ciertas especies.
- Complicaciones en los animales marinos: La comunicación entre animales marinos, muchas veces, ocurre mediante las ondas sonoras que se propagan por el agua. El ruido intenso de embarcaciones produce una confusión en la comunicación de estas especies, con la consiguiente disminución en el apareamiento y alteraciones en la búsqueda de alimentos.
- Alteraciones en la biodiversidad: Las alteraciones producidas por el ruido, junto a la deforestación y la contaminación del aire y el agua, son factores directos de pérdida de biodiversidad, tanto en los bosques como en las zonas urbanas.
- Salud humana: La contaminación sonora produce alteraciones en la salud a distintos niveles. Desde ansiedad, problemas en el descanso, y alteraciones en la memoria; hasta problemas en el aparato cardiovascular, metabólico y, claramente, auditivo.
¿Qué puedo hacer para disminuir la contaminación por ruidos?
Genial, si has llegado hasta aquí es porque el tema da para hablar y, a todas luces, te interesa. Por eso vamos rápido con las 10 acciones que puedes hacer desde tu hogar para bajar la contaminación acústica:
1) Planta árboles
Plantar árboles es una solución natural para reducir la contaminación sonora en áreas urbanas. Los árboles disminuyen el sonido a través de la absorción y la dispersión de las ondas sonoras y la creación de barreras físicas. Los árboles reducen hasta un 50% los niveles de ruido de tráfico.
2) Usa más tus piernas o tu bicicleta
El uso de la bicicleta, monopatines, o el simple hecho de caminar reduce en gran manera la producción de ruidos molestos. Teniendo en cuenta que los automóviles son uno de los generadores principales de contaminación acústica urbana, este tipo de transporte se vuelve clave para mejorar la calidad de vida en general.
3) Aísla tu hogar
Aislar una casa es una medida importante para reducir la contaminación auditiva en el hogar. El aislamiento acústico ayuda a bloquear los efectos del ruido ambiental, como el tráfico o las voces de la calle, y también reduce la propagación de ruidos internos. Esto se logra mediante el uso de materiales aislantes, como vidrio laminado y espumas de aislamiento en puertas, ventanas y paredes. Con un buen aislamiento sonoro, el el impacto del ruido puede reducirse hasta en un 80%.
4) Controla tus aparatos
Los electrodomésticos también son una fuente de sonidos dañinos para la salud y el medioambiente. Imagínate escuchar todo el día el lío de una aspiradora, licuadora, lavarropas, etc. Utiliza siempre tus aparatos en horarios razonables y, si necesitas comparar alguno, asegúrate que su eficiencia energética esté demostrada.
5) Protégete y no subestimes el poder del ruido
Utilizar aparatos de protección de los ruidos externos ayuda de sobremanera a disminuir el trauma acústico que estos generan. Protegerse es la primera medida que debes adoptar si trabajas en lugares con muchas horas de exposición, donde el ruido constante puede convertirse en un problema para tus oídos.
6) Shhh, habla más bajo
Está demostrado que, si hablas pausado y bajo, tu estrategia de comunicación mejora considerablemente. Aunque no lo creas, los gritos, más allá de no resolver ciertos conflictos, son productores contundentes de contaminación auditiva.
7) Ojo con tus auriculares
Nada mejor que escuchar tus canciones favoritas a todo volumen en tus auriculares, es como si te aislaras del mundo. Bueno, si no quieres aislarte para siempre del mundo de los sonidos, cuida la intensidad de la música en tus auriculares, me lo vas a agradecer.
8) Respeta tu descanso
El descanso nocturno es innegociable. Para lograrlo, es fundamental que lo hagas en condiciones. Y esto significa que los sonidos estridentes deben quedar fuera de tu habitación. Controla lo que puedas, esto te ahorrará problemas de salud.
9) Respeta la convivencia
El televisor con un volumen demasiado alto, los gritos o la música ensordecedora, además de producir altos niveles de contaminación acústica, pueden diezmar la paz de tu hogar.
10) Infórmate y préstale atención a tu salud
La contaminación sonora no es un tema que se discuta a menudo. Siempre es preferible saber para poder actuar en consecuencia. Consulta a tu profesional de salud de confianza si notas que escuchas menos o si tienes zumbidos en los oídos. Comunica a tus familiares y amistades para ayudarles a prevenir futuros problemas.
¡Genial! Tienes todo lo necesario para, al menos, saber de qué se trata la contaminación acústica y qué herramientas tienes a mano para reducir sus principales consecuencias.
Recuerda, que sea menos visible no significa que sea menos peligrosa.
Y hay tanto que puedes hacer para cuidar un poquito el espacio de planeta que te rodea. Por ejemplo aquí te dejo este artículo que te cuenta cómo cuidar otro elemento valioso y que escasea: el agua potable.
Eso es todo por hoy.
¡Nos Vemos!